martes, 3 de enero de 2012

Luz


Serás mía, eres mía,
de alguna forma, siempre fuiste mía.


Tu color verde me acompaño largo tiempo,
el azul, mío, sé ahora de donde vino.


Los atardeceres se impregnan de mi,
los amaneceres se empapan de ti.


Por el día el amarillo cegaba mis ojos,
por la noche la oscuridad dilataba los sueños.


Un amor que no llegaba,
un amor que me ha inundado,
más dulce que la miel,
más suave que una amapola,
más profundo que un volcán,
más allá que el universo.


¿Querer, amar, necesitar?


Transparente como el agua,
fresco como el invierno,
inexplicable llega,
más allá del cielo.


Eres tú.

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