que conmigo sin palabras volara,
que con su olor mi cama impregnara,
que sus curvas a la noche no ocultara.
Le dije que con sangre amara,
que como las olas chocara,
que como la brisa acariciara,
que con ganas no se quedara.
Aquel tren el otoño cruzaba,
la tundra, el desierto, la sabana,
que no íbamos solos de caza,
que pronto el amanecer esperaba.
la tundra, el desierto, la sabana,
que no íbamos solos de caza,
que pronto el amanecer esperaba.